lunes, 5 de octubre de 2015

¡DOBLEGUEMOS AL BICÉFALO DRAGÓN!

La democrática confrontación política casi nunca ofrece el esperable límpido escenario en la contienda que permita la natural equilibrada evaluación posterior.

Inevitablemente, siempre participarán transversales elementos que interferirán, indeseablemente, en el desarrollo del combate.

Dicho lo tan manidamente sabido, lo cierto, histórica y hastiadamente reiterativo de nuestros registrados anales, nos vienen a abrumar con la penosa realidad de los hechos: la izquierda española nunca parece terminar de aprender.

Muy machacona música nos resulta aquélla de que es mucho más fácil defender lo concreto y tangible (el dinero= la derecha), que lo abstracto y a veces peyorativamente enteléquico (las ideas= la izquierda).

Pero también debiera resultarnos ineludible se esperase, en  reciprocidad, exigírsenos, a las izquierdas inteligencia y racionalidad (pragmatismo, en definitiva).

Nos insisten en asegurar que el escarmiento debe obligar al "pensante" a su rectificación posterior.

No parece ser éste el caso en nuestros ahora dispersos y competidores grupos de izquierdas ...y "así nos luce el pelo".

Lo más paradógico de la realidad es que la derecha cuenta -y lo sabe de antemano- con una "regalada" arma (muy contundente y destructiva, por cierto) que indefectiblemente le desbrozará gran parte de su camino: las venales inquinas, la ortodoxia ideológica distintiva, la "exquisitez" procedimental incluso ...pero también el personalismo y la irrenunciable hegemonía de marca de sus oponentes, las inevitables y previstas luchas fratricidas, en definitiva, que debilitan (imposibilitan, más bien) a éstos, una y otra vez, en sus tan aparentes justas pretensiones triunfalistas.

Y ...henos aquí de nuevo en la clásica encrucijada del "yo primero", ¡déjame a mí, que yo llegué antes y soy el más fuerte!.

No es de recibo, no, no tenemos derecho a desaprovechar esta inédita y favorable ocasión histórica, careceremos de razones para perdonar otra fallida oportunidad, tan abominable, tan inasumible ahora ...

Contamos, por vez primera, con un Pueblo maduro e informado, sensibilizado y disconforme, injusta y reiteradamente apaleado, y con la irritación reactiva a flor de piel; tan solo necesita de una Organización fuerte, unida y cohesionada, convencida de abanderar las compartidas razones y dispuesta a encararse, en mucha más igualada lid, con el voraz y nunca satisfecho bicéfalo dragón -neo y socioliberal-.

No, no tenemos derecho ...






No hay comentarios:

Publicar un comentario