lunes, 12 de agosto de 2013

DESPILFARROS INSOLENTES

En estos dramáticos tiempos en que se nos privatiza desde la Comunidad de Madrid la Sanidad (a "marchamartillo" y por "nefas") y se nos impone, desde el Gobierno de la nación, un arcaico y clasista sistema de acceso a la Universidad (medidas justificadas en aras a la supuesta necesidad de reducir los déficits), observamos con asombro airado contrastes incomprensibles, propios de prebostes dictadorzuelos y difícilmente conciliables con nuestra ya aparentemente veterana democracia. 

Veamos algunos de los increíbles, ingentes, e injustificables gastos que nuestro Ayuntamiento madrileño ha venido generando a lo largo de los últimos años y que nos ha arrostrado a una inconmensurable deuda, insuperable en muy largo plazo.

Además y por encima del muy inusual y poco respaldable método de nombramiento de la nueva Alcaldesa de Madrid (por muy legal que sea el procedimiento), no puedo abstraerme ante lo injusto de las medidas que vienen tomándose a nivel territorial y nacional por sus mismos homólogos "compadres" de partido y en aparente absoluta discrepancia.

Der Spiegel viene a relatarnos una historia que ilustra a la perfección lo escandaloso de nuestra situación:

Partiendo desde el propio Palacio, sede del Organismo Municipal capitalino, cuya remodelación tuvo un costo de 500 millones de euros y siguiendo por el despacho de la Alcaldesa, mayor que la del propio Presidente de E.U.A., este cargo público cuenta con 260 asesores con un salario medio de sesenta mil euros y con un mayordomo cuya única función es servirle el cotidiano y apetecible café. 

El Ayuntamiento de la capital de España dispone de 267 coches oficiales de uso personal (más que todas las eurocapitales juntas).

Esta, sin duda alguna por tanto, es una Administración sin medida, y con una ostentación suntuaria indecente, del todo innecesaria en medio de tanta penuria y tan dispares y degradadas situaciones sociales.

Es, en suma, un insulto a los contribuyentes madrileños, inocentes y al fin últimos "paganos" de tan desaforados e insolentes despilfarros.