El virulento neoliberalismo español, además de destruir nuestro Estado del Bienestar retrotrayéndonos a indeseables penurias sociales pretéritas (acatando y cumpliendo "a pies juntillas" las órdenes de la Troika europea -su soñada hada madrina-) está socavando, muy gravemente y desde luego de forma impune, todo principio humanista con su pertinaz y monotemático mercantilismo.
Este nocivo y maniqueo liberalismo nos demuestra, día a día, que el bienestar ciudadano y las libertades democráticas no son contemplados en sus presupuestos ideológicos; su "árbol": los mercados y el beneficio económico, les impide, ver el "bosque" que están obligados a cuidar: el Pueblo que "desgobiernan".
Este actual ministerial equipo que nos dirige y legisla, "arropado" justificativamente con el parlamentario pacto socioliberal (que no socialdemócrata) del PSOE, ha logrado imponernos la llamada "Ley Mordaza", por vergonzante vía urgente y que viene a reformar nuestro Código Penal muy fronterizamente a la línea anticonstitucional. Una Ley denunciada por varias y muy doctas instituciones internacionales.
Entre otras, han sido las propias Naciones Unidas por voz de cinco de sus Relatores de Derechos Humanos (Maina Kiai -relator sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y asociación-; David Kaye -relator sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión-; Ben Emmerson -relator sobre la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo-; Francois Crépean -relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes- y Michel Forst -relator especial sobre las y los defensores de derechos humanos-), quienes han entendido que dicha Ley cercena puntuales derechos fundamentales ciudadanos.
Consecuentemente a ello exhortan a su inmediata retirada: "Confiamos en que España adopte todas las medidas necesarias para garantizar, en la legislación nacional, el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas, de conformidad con los estándares internacionales".
Los Relatores también se refieren a la enmienda adicional sobre los delitos de desórdenes públicos y la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana.
"Los derechos a manifestarse pacíficamente y expresar colectivamente una opinión son fundamentales para la existencia de una sociedad libre y democrática", dice el comunicado.
Dichos expertos independientes consideran que esta Ley incluye definiciones amplias, o ambiguas, que abren el campo a una aplicación desproporcionada o discrecional por parte de las autoridades. "Se busca dar base legal a este nuevo tipo de circunstancias agravantes para aumentar la pena automáticamente en casos de manifestaciones. Esto es contrario al derecho internacional ...".
En definitiva, existen todavía muy peligrosas reminiscencias autocráticas en el espíritu y praxis de nuestros actuales dirigentes políticos y que los ciudadanos no deberemos admitir jamás.
Resulta realmente muy burdo y "oportuno" el actual y cierto alto riesgo que el terrorismo yihadista está incrementando en Occidente para respaldar dicha nefasta "Ley Mordaza" en nuestro país.