domingo, 22 de marzo de 2015

FALSA DICOTOMÍA

Se ha asegurado siempre como axioma irrebatible que no es posible gobernar cumpliendo, verdaderamente, con los compromisos electorales propuestos y consecuentemente con las ideologías que supuestamente los sustentan (no es lo mismo predicar que dar trigo).

Pues bien, yo me permito desdecir tal dicotómico planteamiento.

Cierto es que no resultan, desafortunadamente, frecuentes los ejemplos a mostrar; que llevar a efecto determinados objetivos políticos llega a ser harto dificil, sobre todo aquéllos que entran en directa competición con espurios intereses económicos y de poder.

Pero la inocultable Historia, al cabo, permite congratularnos de que pese a muchos, la Naturaleza, de vez en cuando, nos premie con seres humanos incorruptibles, con verdaderas "raras avis" que nos reconcilian con nuestra desastrosa e irresponsable raza común.

Se trata de seres generosos que entregan la mayor parte de sus vidas al servicio de la lucha contra la imperante sinrazón, individuos que se empecinan, pertinaces e incansables, en tratar de llevar a término y con todas sus consecuencias los más beneficiosos planes para sus respectivos representados que conscientemente les eligieron para tal fin; fieles a sus palabras dadas, firmes en sus personales convicciones y renunciando, una y otra vez, a muy otras veleidosas atrayentes "tentaciones".

Como digo, sí que podemos y deberemos, aún por escasos, mirarnos en algún que otro emblemático espejo. En mi más personal horizonte siempre tendré maestros que dejaron muy indelebles y envidiables huellas: Allende y Pepe Mújica, por ejemplo, sin por ello olvidar a otros más ancestrales modelos.

Pues bien, en estos precisos momentos estamos, ya, insertos en una idónea "prueba de fuego" para poder ratificar lo hacedero del presente supuesto, en poder demostrar que somos capaces de emular a tan destacados, honestos y respetados arquetipos citados.

Desde luego, entre las innovadoras fases por las que ineludiblemente han de transitar las próximas candidaturas que nos ofrecerán las neonatas coaliciones populares en las inminentes elecciones municipales españolas, está la de superar la previa criba popular de unas, estas sí, verdaderas primarias abiertas a toda la correspondiente ciudadanía (arriesgado y descarnado examen a mi parecer).

Por otra parte, la nueva forma de "hacer política" que prometen estos "zascandiles" (en boca de Rajoy) conlleva a la posibilidad de "remoción" de sus futuribles posibles electos cargos. Es decir, aseguran que sus respectivas Asambleas ejecutarán riguroso control, seguimiento y sanción del resultante nivel de cumplimiento de los compromisos individuales suscritos con dicha coalición y a la vez del propio Grupo para con la propia ciudadanía.

Confío, para terminar, en que los venideros inmediatos tiempos vengan a ratificar mi reflexión presente y la refuercen: SÍ QUE ES POSIBLE CUMPLIR CON LOS PROGRAMAS ELECTORALES. ¡AMÉN!.