La atención sanitaria deberá seguir siendo siempre un derecho público inalienable, tratar de rentabilizarla sería una de las mayores e inaceptables aberraciones a cometer contra la sociedad occidental.
Aunque la asistencia pública sanitaria es relativamente reciente (surgió tras la Segunda Guerra Mundial como un derecho en la mayoría de países europeos) y la más auténtica razón inicial de su generalización fuera pura y meramente mercantilista: mantener sanos a los obreros para el más seguro sostenimiento de la producción, hoy en día ese derecho deberemos seguir defendiéndolo por encima de cualquier otro bastardo interés -mucho más si su exclusivo objetivo privatizador, como ocurre en el presente caso, es el economicismo neoliberal-..
Hoy, las necesidades capitalistas han variado y consecuencialmente los aún insuficientes beneficios sociales alcanzados tras arduos años de lucha del Movimiento Obrero (el cada vez más decadente "estado del bienestar") están siendo borrados del mapa europeo progresiva e impositivamente. Todo apunta a una mayor profundización de la crisis y al incremento de las desigualdades: la riqueza se va concentrando en menos manos y aumentan la pobreza y la exclusión.
En toda Europa sus gobiernos vienen aplicando (al sumiso acatamiento de las "instrucciones" dictadas desde su troika directora) las mismas políticas antisociales: prioritario desmantelamiento de la asistencia sanitaria y la educación públicas.
Si no se lo impedimos, las recetas dictadas desde el Capital serán el incremento de las privatizaciones, las cuales no se frenan tan sólo votando cada cuatro años, sino luchando ...y luchando activa y unitariamente. En las luchas no es posible delegar en nadie, tendremos que ser nosotros mismos quienes deberemos defendernos de tantas y tan insoportables agresiones sociales y devolver al Pueblo lo que es del Pueblo.
¡El Sistema Capitalista jamás dará respuesta a las necesidades de la Clase Trabajadora, ni a las exclusiones sociales!.
Necesitamos un sistema de salud pública para todos, sin excepción ninguna, que responda a las necesidades sanitarias de toda la población; que sobre todo actúe sobre las causas sociales, económicas y políticas de la enfermedad, que sea gestionado "de verdad" por cualificados profesionales; de calidad y gratuito.
No olvidemos que todas las conquistas sociales han requerido de esfuerzos, sacrificios y hasta de sufrimientos personales. Al Pueblo no se le regala nunca nada, no hay nada gratuito para él.
¡Permanezcamos en alerta, en constante pie de lucha; mantengámonos firmes y unidos, no les permitamos nos roben nuestros más básicos derechos ciudadanos!.