jueves, 20 de agosto de 2015

¡RESPONSABILICÉMONOS!

Es ésta, queridos conciudadanos, una inédita ocasión histórica para nuestro país, para nuestro Pueblo.

Prácticamente siempre nos han gobernado el absolutismo más cerril y clasista, cuando no coactivos, amordazantes y criminales regímenes autocráticos.

Y aunque la pura ortodoxia política nos impida presumir debidamente de suficiencia democrática (no hubo ruptura tras la muerte del dictador), es innegable, ciertamente, que al menos hemos conseguido contar con la reconocida máxima herramienta sancionadora, pero también liberadora de los pueblos: la legítima confrontación electoral -en este caso partitocrática-.

Las pretéritas inmediatas elecciones generales españolas de 2.011 -undécimas de la Transición- dieron como resultado una absoluta mayoría representativa al nefasto partido neoliberal del PP (186 escaños en la Cámara Baja), lo que le ha permitido a este conservador grupo político desencadenar uno de los peores ciclos de retrógada legislación social en nuestro país, eso sí, apoyándose en todo momento en las intrusas e ilegítimas imposiciones de supraorganismos europeos (la malhadada Troika continental).

Se ha vertido y sigue vertiéndose mucha tinta (ahora impresión computerizada)
a propósito de tan caóticas consecuencias, pero es lo cierto que tras este período "terribilis" se presenta un no menos arduo panorama que nos permita borrar a Rajoy y a su "banda" de nuestras Instituciones, y más difícil aún, abolir sus particulares interesadas leyes (bastantes de ellas Reales Decretos, muchas más manipuladas en forma de "procedimientos de urgencia") para permutarlas por otras, rectificatorias, auténticamente sociales y más beneficiosas para la mayoría.

Según muy sesudos estudios, para lograrlo: "se requerirá de un intenso trabajo parlamentario, al menos durante dos períodos de sesiones, siempre y cuando haya voluntad política y sintonía de una mayoría progresista surgida de las elecciones generales" (Público, 17.08.15).

"Las leyes aprobadas en tres años y medio por el Gobierno, gracias a la mayoría absoluta del PP, alcanzan la cifra de 210 textos" (Público, 17.08.15).

El afán reformador del PP ha conllevado a recortes amplios y profundos de derechos sociales y civiles.

Con todo esto no pretendo sino insistir, una vez más, en la enorme responsabilidad que se nos exige asumir a propósito de las próximas elecciones generales.

Está en nuestra supuesta madura coherencia, en nuestra final ponderada decisión, en nuestras exclusivas manos en definitiva, tratar de lograr una sociedad más igualitaria, más libre y más fraterna para nosotros mismos y para nuestros descendientes, impidamos a estos opresores y sempiternos enemigos de clase seguir pisándonos con sus hediondas, con sus pestilentes botas.


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