La Corte Penal Internacional, por medio del Estatuto de Roma (17.07.1.998), define como crímenes de lesa humanidad aquéllas conductas o acciones tipificadas como: asesinato, deportación, exterminio, tortura, violación, prostitución forzada, esterilización forzada, persecución por motivos políticos, religiosos, raciales, étnicos, ideológicos, secuestro, desaparición forzada, o cualquier otro acto carente de humanidad y que cause severos daños, tanto psíquica como físicamente y que además sean cometidos como parte de un ataque integral o sistemático contra la comunidad.
La Corte Penal Internacional es el tribunal permanente encargado de juzgar a los responsables de crímenes contra la Humanidad, genocidios y crímenes de guerra.
Durante muchos años (de supuesta paz) el régimen franquista cometió infinidad de crímenes merecedores de tal apelativo. Crímenes que han permanecido impunes por la cobardía e imperdonable desidia (¿o cierta mínima complicidad?) de "orondos" democráticos gobiernos de aparente diferente signo político.
No obstante, las hemerotecas nos muestran algunos dignos ejemplos perfectamente imitables para nosotros, ya que determinados tribunales sí han juzgado y sentenciado a los titulares y secuaces de algunos de estos deshumanizados despropósitos históricos ...todavía pudiéramos estar a tiempo.
Un Tribunal Internacional Militar sancionó en Nüremberg las responsabilidades de dirigentes, funcionarios y colaboradores del régimen nacionalsocialista del III Reich alemán (crímenes y abusos contra la Humanidad)-20.11.1.945; 01.10.1.946-.
La Haya también procesó a 161 personas acusadas por el Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia.
La justicia argentina condenó a cadena perpetua a quince militares retirados y 21 civiles por violación de derechos humanos (genocidio perpetuado durante la última dictadura cívico militar).
El exdictador Pinochet (de muy triste recuerdo para nuestros hermanos chilenos) fue igualmente procesado, paradógica y sorprendentemente para muchos, en España, en virtud del principio de justicia universal. En este caso, aunque se libró de ser juzgado por "motivos médicos", no pudo eludir el baldón y reproche públicos de toda la comunidad del orbe civilizado, de la efectiva orden de captura internacional, ni del correspondiente decreto de prisión incondicional.
No fue tampoco ejemplarizante el sistema de justicia de Guatemala para con el caso Ríos Mont y "los suyos". En esta ocasión intervino igualmente la Audiencia Nacional Española aceptando la denuncia personal de la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú. El prolongado y muy dificultoso procedimiento judicial sufrió diferentes avatares y períodos dilatorios, apelaciones y recursos inacabables para finalmente recibir el oprobioso fallo de la Corte de Constitucionalidad guatemalteca que consideraba incompetente al Alto Tribunal español para juzgar a sus ciudadanos. Aquí, de nuevo, el rechazo internacional ante tal "mascarada judicial" fue unánime, incluida la propia ONU.
Pues bien, al parecer nuestros tan "justicieros" gobiernos para con los demás, vuelven la cara una y otra vez ante las reiteradas y diversas reclamaciones internacionales en pro de incoar, de una vez por todas, el correspondiente y absolutamente justificado proceso judicial contra el denominado "período del terror español" (sinónimo de régimen franquista).
Lo más reciente ha sido la denegación oficial de nuestro actual Gobierno a la Interpol (a la cual pertenecemos) a aceptar las órdenes de detención para determinados exministros de aquélla nefasta época, reclamados en este recíproco caso, por la justicia argentina. Su argumento jurídico, a semejanza de aquél otro ya citado de Guatemala, es que las órdenes de Interpol no son vinculantes, ya que se prima el derecho interno de cada país, y los acuerdos de extradición firmados entre las naciones implicadas ...(¿será acaso que pretenden nuestros propios tribunales juzgar este genocidio español?).
Item más y por ende, nuestro "impertérrito" Gobierno añade que "existía, además, un precedente, ya que en la misma causa, instruida por la justicia argentina, las autoridades españolas habían denegado la extradición de otros ciudadanos españoles" (Muñecas, Galván Abascal, Giralte González y González Pacheco, alias "Billy El Niño").
Al parecer esta es otra de las mejores fórmulas para promocionar la "MARCA ESPAÑA" ...así nos luce el pelo ...Y LA DESVERGÚENZA.
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