lunes, 26 de octubre de 2015

DEFENDAMOS LA LIBERTAD

Las leyes del miedo y de la mordaza que el autocrático régimen de Franco y sus traidores compinches de cuartel nos impusieron durante casi cuarenta años, no pudieron ahogar la voz de la verdad, ni de la libertad.

A pesar del biológico terror a que nos sometieron aquéllos omnímodos represivos poderes del Estado y contando con el arrogado alegal aparato gubernamental al exclusivo servicio dictatorial fascista, éste siempre se mostró incapaz frente a las ansias informativas que gran parte de nuestro oprimido Pueblo pudo, con enormes dificultades y muy peligrosamente, satisfacer (mínima vía de contacto con la libertad occidental).

Mi condición de demócrata socialista no me impide reconocer el enorme mérito del hermano partido comunista español de entonces. Éste convirtió a "La Pirenaica" en una eficacísima e inquietante arma contraofensiva frente a la manipuladora propaganda cotidiana de tan nefando régimen, contra el machacante y contracultural "Espíritu Nacional". Fue uno de los peores baldones que internacionalmente se vio obligado a arrostrar aquél oprobioso Estado.

"La Pirenaica" se mantuvo viva y "vivificante" durante 35 nocivos años de silencio y oscuridad social española.

Su clandestino carácter supuso, incluso, mayor acicate y estímulo para ampliar, más todavía, tan oculta y atenta audiencia. Esta emisora, creada para el Pueblo, iba desenmascarándonos cada cotidiana falacia que las secuestradas cadenas de radio vertían por unas ondas ya "limpias" -tras el preceptivo "baño" de la oficial censura-, además de ofrecernos otros inéditos sucesos no tan perfectamente ocultados ...como este arcano medio nos demostraba.

Radio España Independiente (REI) nació poco después del triunfo militar rebelde (22.07.41), en Moscú. Sus iniciales creadores lograron también, muy intencionada y conscientemente, otro de sus principales propósitos: generar preocupación en aquél usurpador gobierno español (aún inestable a nivel internacional), haciéndole creer que este inconformista y contestatario grupo se encontraba mucho más cerca de sus malhadadas instituciones directoras; dejaron indicios claros de estar instalados en la inmediata frontera pirenaica.

Aquélla leyenda obligó a las instituciones represivas a realizar reiterados intentos para bloquear tan recalcitrante y peligrosa emisora, "eliminando" de paso, claro, a sus responsables. "La Pirenaica" robó el sosiego y el sueño a más de uno de aquéllos celadores del "orden", establecido?. La mayoría de sus oficiales armados asumieron, a pies juntillas y durante mucho tiempo, que aún permanecía encendida la llama de la resistencia a la dictadura en su supuesto propio dominio territorial.

Acceder por tanto, con alevosa nocturnidad y máxima ocultación, a La Pirenaica, suponía uno de los más osados infringimientos normativos, una gravísima burla contra las opresivas leyes establecidas.

En nuestra actual pseudodemocracia (la transición del 77 incumple la ortodoxia de ruptura con la dictadura), ya no precisa, supuestamente, de clandestinidad ninguna, tampoco para nuestros medios de comunicación sociales actuales? ... en completa conciencia, no estaría yo tan seguro de tales afirmaciones.

Tengo mi muy particular impresión de que este desgobierno neoliberal que nos "dirige", apoyado por las Instituciones continentales, están retrotrayéndonos (al menos lo intentan denodadamente) a aquéllos ominosos tiempos.

La mayoría de estos instrumentos "informativos" (más ajustadamente denominables, de propaganda divulgativa) se encuentran en manos del Poder, o dirigidos, al menos, por sus bien pagados protectores ejecutivos y "voceros" de turno, por un lado. Por el otro, se nos impone la denigrante "Ley mordaza", síntomas, ambos, no tan distantes de los métodos utilizados por los verdugos autocráticos anteriormente referidos. 

Si a todo ello le sumamos la pérdida de derechos y precarización laboral, el mayor nivel de paro de Europa, la general detracción salarial, la eliminación de cualquier plausibilidad de proyecto de futuro para nuestros jóvenes (que han de emigrar), el empobrecimiento e inseguridad, en suma, a que intencionadamente nos está abocando el Poder económico (propio e internacional), debiera ser más que suficiente justificante para echar de todas nuestras Instituciones a tanto indeseable neoliberal.

Evitemos volver a escondernos; ni clandestinidad civil, ni informativa:

¡ECHÉMOSLES DE NUESTRAS INSTITUCIONES CUANTO ANTES!, NO HAY OTRA SALIDA.

TENEMOS A MANO LA OPORTUNIDAD, NO LA DESAPROVECHEMOS.







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